miércoles, 23 de junio de 2010

POESÍA: Primer Premio

Autor: Martín Sebastián López Torres

Selvamente

… crece la llaga sobre la tierra roja,
cuyos ocultos ángeles
en las pulpas verdosas multiplican
sus secretas potencias…
Juan Enrique Acuña


Ha dejado de cantar el monte,
Su verde tiembla,
Su rojo se desangra
Por las arterias que el hombre cava
Donde antes picadas hubo.

El silencio del Hombre de maíz,
Dios de la Tierra,
En el día verde anda
Con un espinazo de pacú en los hombros,
Con una pena enorme,
blanda y triste el alma.

Un dios blanco conjura las fieras,
las pestes,
los remansos de aguas claras;
Con la boca de ambición llena
no puede cantar.
Por aquí y por allá entra
Silbando bajo su desidia
de sierra y tractor;
va quedando poco,
va quedando nada
para el pie desnudo pisar,
para el tucán negro
cantar.

Selvamente corre un río,
sangrante arteria su brío.
Selvamente corre el frío
Los pechos del rocío.
Y el hombre de maíz desnudo,
Garganta en nudo,
Respira los yerbales
Y nada más le vale
El hospicio de su Tierra
Que selvamente aterra.

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